La eliminatoria no ha estado falta de polémica. Tras la incendiaria ida en el Santiago Bernabéu, con las palabras de José Mourinho, el partido prometía tensión en su partido de vuelta.
Y la hubo, pero más por parte del Real Madrid que del Barcelona. Tras las sorprendentes declaraciones de los jugadores blancos apoyando las duras palabras de su técnico, dudando de la credibilidad de instituciones deportivas, árbitros y organizaciones no gubernamentales, se veía venir que iba a tener pataletas si quedaban eliminados. ¡Ya tenían la excusa perfecta! Sobretodo el entrenador portugués, que cuando pierde nunca es culpa de él, siempre de los demás. Pero cuando no recuerda si le han ayudado o no, como el año pasado cuando eliminó al Barcelona con un gol en fuera de juego más que claro de Diego Milito. Pero como comentamos con anterioridad, el portugués tiene memoria selectiva.
Lo que decía, que estaba clarísimo que iba a haber pataleta final. Lo cierto es que la vuelta terminó en empate, pero esta eliminatoria la ha perdido Mourinho. Sin su planteamiento ramplón y de equipo pequeño en la ida, el resultado hubiera sido diferente. Para mi el Real Madrid es un equipo para jugar como lo hizo en la vuelta. En la ida el Barcelona es como si hubiera jugado contra el Castilla. Y así ha ido. Se sabía que iban a buscar excusas en algo que siempre ha habido, hay y habrá en el fútbol: las polémicas arbitrales. ¿Qué pasa? ¿Qué ahora hay que cambiar las reglas del juego? Por que ahora solo se habla que si el gol anulado a Higuaín, que si alguna falta que no era,... pero... nadie recuerda que Carvalho tendría que haber sido expulsado pero le perdonaron la segunda amarilla, que Adebayor se jugó la expulsión directa tras casi patear la cara de Busquets, pero solo acabó con amarilla el partido. En fin, que como siempre, cada uno mira para su casa, pero es algo inevitable. Como he dicho, la polémica siempre ha existido, existe y existirá, y eso no se puede cambiar, es algo que viene con el fútbol, a veces te favorece, a veces te va en contra. Y a quién no le guste, que se cambie al tenis. Pero hoy en día parece que hay que llorar, como CR7, por ejemplo. Un tío que se creía el mejor del mundo y ve como siempre acaba superado. No le queda otra que llorar en lugar de preguntarse, el "porqué" Messi es mejor que él, el "porqué" su equipo no juega como él necesita para ser el mejor. Entonces elige la opción fácil: lloriquear.Conclusión: solo se habla de polémica para buscar excusas al mal planteamiento de la eliminatoria por parte del que no sabe perder, Mou, pero lo cierto es que le ha tocado convivir contra el mejor equipo de la historia. Y a quién no le guste la polémica, que no llore.
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