
Otros que arrojan la toalla son los que viven a orillas del Ebro. El entrenador, Manolo Jiménez, ha necesitado un par de días de reflexión pues afirma "sintió vergüenza de sus jugadores" en el partido contra el Málaga donde cayó goleado 5-1. Cierto es que desde el inicio de la competición se vio que no había equipo. La pésima gestión deportiva ha dado sus frutos antes de lo esperado y ahora se están pagando las consecuencias. Si al Barça se le antoja imposible remontar diez puntos, el Zaragoza son doce los puntos que le separan de la salvación. Más que imposible. Solo visualizando la segunda parte en La Rosaleda se puede comprobar que los jugadores no están motivados y son los primeros que no creen en salvarse. Mal panorama para los blanquillos. Hay que hacer limpieza en todos los estamentos del club, empezando por el cabecilla, el empresario soriano Agapito Iglésias.
Salud!
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